Los propietarios de Bonita Springs Poker Room dijeron esta semana a la Corte Suprema de Florida (Estados Unidos) que es tarea de los electores aprobar la puesta en marcha de las apuestas deportivas en línea y no de los legisladores estatales.
La familia Havenick, quiénes también fueron propietarios del Magic City Casino de Miami, intentan anular de esta manera un pacto entre la tribu Seminole de Florida y la administración del gobernador Ron DeSantis.
“El gobernador excedió su autoridad al celebrar un pacto con la tribu Seminole de Florida, que le otorga el derecho exclusivo de ofrecer apuestas deportivas en línea y en persona fuera de la reserva en todo el estado al firmar la legislación que ratifica el pacto 2021, al mismo tiempo que hace que tales apuestas sean legales en todo el estado”, señala la petición de los Havenick.
Dicha instancia judicial levantó una orden de suspensión de un tribunal federal inferior en octubre, que permitió al grupo tribal ofrecer apuestas deportivas, ruleta y dados en sus casinos físicos desde el pasado 7 de diciembre. Ahora se está a la espera de permitirles operar sus servidores de apuestas deportivas fuera de las tierras tribales.
West Flagler Associates, que posee tres licencias, y Bonita-Fort Myers Corp., que opera una sala de poker en el suroeste de la Florida, realizaron presentaciones ante la Corte Suprema de Florida el pasado 23 de diciembre en un nuevo intento por detener el pacto entre DeSantis y los Seminole.
Ambas empresas sustentaron que el acuerdo infringe la Enmienda tres, que los ciudadanos de Florida aprobaron en 2018 en un referéndum estatal y la cual exige que los electores decidan si autorizan o no el juego de casino en el estado.