Hard Rock anunció oficialmente su participación en el proceso de licencias de casinos del sur de Nueva York con una ambiciosa propuesta de $8,000 millones para Metropolitan Park en Queens, en asociación con Steve Cohen, dueño de los Mets de Nueva York.
La compañía describió su proyecto como «el mejor sitio de Nueva York para juegos de azar» en el resumen ejecutivo presentado a la Junta de Ubicación de Instalaciones de Juego del estado (GFLB).
Una estrategia de bajo perfil que rindió frutos en Nueva York
Hasta ahora, Hard Rock se mantuvo discretamente en segundo plano mientras Cohen y su equipo, liderados por Michael «Sully» Sullivan, trabajaban para conseguir el respaldo público del proyecto ubicado en Queens, junto al Citi Field en Flushing.
Esta táctica resultó exitosa: los residentes locales apoyaron masivamente la propuesta en ambas audiencias del Comité Asesor Comunitario (CAC), después de varios años de intensa labor de acercamiento con la comunidad.
El CAC aprobó por unanimidad la solicitud de Metropolitan Park como una de las cuatro finalistas para obtener hasta tres licencias valuadas en $500 millones cada una. Sin embargo, el panorama cambió cuando MGM retiró inesperadamente su propuesta para Empire City el martes, reduciendo el número de competidores a tres.
La competencia actual en Queens
Metropolitan Park ahora compite con Resorts World, también ubicado en Queens, y con Bally’s, que propone construir un casino en Ferry Point, en el Bronx.
Proyecciones financieras
Hard Rock, reconocida como una marca global y potencia en la industria del juego estadounidense, expresó confianza en la capacidad de su casino para generar ingresos sustanciales. El complejo contaría con 5,000 máquinas tragamonedas, 375 juegos de mesa y 30 mesas de póker, ocupando más de 286,000 pies cuadrados de espacio de juego. Además, incluiría una casa de apuestas deportivas minorista de 18,000 pies cuadrados.
Según proyecciones de la consultora GGHM, Hard Rock Metropolitan Park generaría $33,500 millones en ingresos fiscales durante los 30 años de vigencia de la licencia. Esto incluye $850 millones en impuestos derivados de $3,900 millones en ingresos operativos proyectados para 2031, su tercer año de funcionamiento, bajo el «escenario alto» que contempla que sería el único casino en operación.
Estrategia fiscal conservadora
Hard Rock optó por mantener las tasas impositivas base establecidas por la GFLB: 25% sobre ingresos de tragamonedas y 10% para otras fuentes de juego. Esta postura contrasta con la propuesta agresiva de Resorts World, que ofreció tasas de 56% para tragamonedas y 30% para juegos de mesa. Bally’s, por su parte, omitió sus tasas propuestas en su presentación.
Inversión en infraestructura y empleo
La propuesta, la más grande entre los tres solicitantes restantes, incluye $1,750 millones destinados a infraestructura. Los planes contemplan 25 acres de nuevo espacio verde, la revitalización de la parada de la línea 7 del metro y un salón gastronómico «Taste of Queens» que funcionaría todo el año.
El proyecto crearía 17,100 empleos directos en construcción y más de 6,000 empleos permanentes tras la inauguración. BJH Advisors LLC, grupo independiente, estima un total de 42,100 empleos entre directos, indirectos e inducidos. Los puestos de tiempo completo tendrían una compensación anual promedio de $140,000, incluyendo propinas y beneficios.
Hard Rock reveló que su proyecto estaría listo para comenzar inmediatamente tras recibir la licencia. La construcción arrancaría en enero si la licencia se otorga el 1 de diciembre, según el cronograma actual.
Controversia por retiro de MGM
La gobernadora Kathy Hochul rechazó las peticiones del alcalde de Yonkers, Mike Spano, para investigar el retiro de MGM del proceso. Spano calificó la decisión como una «traición» a Yonkers y al condado de Westchester, sugiriendo que benefició a Bally’s y al presidente Trump, quien incluirá una cláusula que obligaría a Bally’s a pagarle $115 millones si obtiene la licencia.
Hochul declaró el miércoles que no había indicios de irregularidades que justificaran una investigación, sugiriendo que MGM tomó una decisión financiera basada en sus propias necesidades.