Las escuelas de la provincia de Buenos Aires enfrentan un problema que hace apenas unos años parecía impensable: estudiantes apostando desde sus celulares durante las clases. Lo que comenzó como casos aislados se transformó en una preocupación generalizada que movilizó al sistema político provincial a buscar soluciones legislativas urgentes.
La Cámara de Diputados bonaerense dio un paso concreto esta semana al unificar dos proyectos de ley que buscan restringir el acceso a sitios de apuestas online y contenido para adultos en todas las instituciones educativas de la provincia. La medida alcanzaría tanto a escuelas públicas como privadas, estableciendo barreras tecnológicas obligatorias.
Tres legisladores coinciden en la urgencia
Las iniciativas legislativas provienen de diferentes espacios políticos, evidenciando que la preocupación trasciende las fronteras partidarias. La diputada Fernanda Díaz, de Unión por la Patria, presentó una propuesta que fue posteriormente fusionada con otra impulsada por María Belén Malaisi, de la UCR en alianza con Cambio Federal, y Martín Rozas, de Unión y Libertad.
La comisión de Educación trabajó en la unificación de estas propuestas para crear un texto legislativo único que maximice las posibilidades de aprobación. Este consenso multipartidario refleja la dimensión del problema y la urgencia que los legisladores perciben en tomar medidas concretas.
Malaisi fue particularmente enfática al describir la situación: «La problemática del juego compulsivo en nuestras escuelas es un fenómeno que ha ido en aumento al punto que es necesario tomar medidas para limitar esa práctica en nuestros jóvenes, que fomentan la ludopatía o el juego compulsivo».
Modificación legal para habilitar bloqueos masivos en Buenos Aires
El corazón del proyecto consiste en modificar el artículo 55 de la Ley Provincial de Educación para incorporar la obligación de bloquear definitivamente el acceso a sitios de apuestas online desde todas las redes institucionales escolares. Esta modificación dotaría de marco legal a las restricciones técnicas.
La propuesta va más allá de simples recomendaciones o políticas institucionales voluntarias. Busca establecer una obligación legal que alcance a todas las escuelas de la provincia sin excepciones, creando un estándar uniforme de protección digital para los estudiantes.
Los bloqueos deberían implementarse a nivel de infraestructura de red, impidiendo que dispositivos conectados a las redes wifi escolares puedan acceder a dominios identificados como sitios de apuestas o contenido para adultos. La medida reconoce que los controles basados en supervisión humana resultan insuficientes.
El auge del juego online entre menores en Buenos Aires
La expansión de las apuestas online en Buenos Aires durante los últimos años creó un mercado masivo que incluye, de facto, a menores de edad. Aunque las plataformas exigen formalmente ser mayor de 18 años, los controles de verificación resultan fácilmente eludibles.
La combinación de smartphones, acceso a internet y métodos de pago digitales eliminó las barreras que históricamente dificultaban que menores apostaran. Ya no necesitan ingresar físicamente a un local de apuestas donde podrían ser identificados como menores, basta un celular y datos de un adulto.
Las aplicaciones de apuestas deportivas, en particular, ganaron enorme popularidad entre adolescentes que siguen fútbol. La posibilidad de apostar en tiempo real durante los partidos, sumada a interfaces diseñadas para generar engagement constante, crea dinámicas especialmente riesgosas para cerebros en desarrollo.
Diferencias en los enfoques jurisdiccionales en Buenos Aires
La situación evidencia diferencias en cómo las dos principales jurisdicciones argentinas abordan el problema. La provincia de Buenos Aires opta por la vía legislativa, buscando una ley que obligue a todas las escuelas a implementar bloqueos técnicos específicamente contra sitios de apuestas.
La Ciudad, en cambio, actúa mediante decisiones administrativas del Ejecutivo, permitiendo respuestas más rápidas pero potencialmente menos estables jurídicamente. El bloqueo de Roblox, por ejemplo, se implementó inmediatamente sin necesidad de proceso legislativo.
Ambos enfoques tienen ventajas. El legislativo crea obligaciones más sólidas y difíciles de revertir, pero requiere tiempo de debate y aprobación. El administrativo permite reaccionar rápidamente ante emergencias, pero puede ser modificado por administraciones futuras con mayor facilidad.
Un problema que trasciende fronteras en Buenos Aires
El fenómeno del juego online entre menores no es exclusivo de Buenos Aires en Argentina. Países de toda la región reportan preocupaciones similares, con adolescentes accediendo a plataformas de apuestas pese a prohibiciones legales y advertencias sanitarias sobre riesgos de adicción.
La naturaleza transnacional de las plataformas digitales complica las respuestas regulatorias nacionales o locales. Muchos sitios de apuestas operan desde jurisdicciones con regulación laxa, dificultando acciones legales efectivas por parte de autoridades argentinas.
Esta dimensión internacional sugiere que soluciones realmente efectivas requerirán coordinación regional e internacional, acuerdos de cooperación para bloqueos coordinados y presión conjunta sobre operadores que permiten el acceso de menores pese a prohibiciones formales.












