El cierre del gobierno de Estados Unidos alcanzó este miércoles su día 36, superando oficialmente el récord de 35 días establecido entre diciembre de 2018 y enero de 2019, también durante la presidencia de Donald Trump. La parálisis comenzó el 1 de octubre, después de que el Congreso no lograra aprobar un proyecto de ley de financiación federal, y hasta ahora no se vislumbra una solución inmediata.
Este es el decimoquinto cierre del gobierno desde 1980, aunque la mayoría de los anteriores duraron una semana o menos. El Senado ha rechazado ya catorce veces un proyecto de ley de financiación provisional, mientras el presidente Trump se mantiene firme en su posición y se niega a negociar con los demócratas hasta que cedan en su exigencia de prorrogar los subsidios de salud.
Impacto del cierre del gobierno en la industria del juego y el turismo
Para la industria del juego, las consecuencias de este cierre del gobierno son cada vez más preocupantes. La Asociación Americana de Juegos (AGA), junto con empresas como Caesars Entertainment, MGM Resorts y Delaware North, firmaron una carta dirigida a los líderes del Congreso solicitando la aprobación inmediata de una resolución de financiación.
«Con la proximidad del Día de Acción de Gracias, el periodo de mayor afluencia turística del año, las consecuencias de un cierre prolongado serán inmediatas», advierte la carta de la Asociación de Viajes de Estados Unidos, que estima pérdidas de mil millones de dólares semanales para toda la industria turística.
Las Vegas, el principal destino de juego del país, es particularmente vulnerable. El número de visitantes mensuales no ha crecido significativamente desde septiembre de 2024, y el tráfico internacional al Aeropuerto Harry Reid ya había caído más del 13% ese mismo mes, debido a las políticas arancelarias de Trump que afectan especialmente a visitantes de Canadá y México.
Crisis en el tráfico aéreo en Estados Unidos
Los controladores aéreos de la Administración Federal de Aviación (FAA) llevan semanas sin cobrar sus salarios, lo que ha provocado escasez de personal y retrasos en aeropuertos de todo el país. El secretario de Transporte, Sean Duffy, advirtió el martes que si el cierre del gobierno continúa otra semana, la nación «verá un caos generalizado» con «retrasos masivos» y «cancelaciones masivas» de vuelos.
Duffy incluso señaló la posibilidad de cerrar partes del espacio aéreo nacional por falta de controladores suficientes. Esta situación representa un panorama especialmente preocupante para Las Vegas, que enfrenta un cuarto trimestre crucial que incluye el Gran Premio de Fórmula Uno en noviembre y los recesos de Acción de Gracias y Navidad.
Los mercados de predicción prosperan sin supervisión
Mientras el sector tradicional del juego sufre, los mercados de predicción han florecido en medio del caos regulatorio. Estas plataformas, que funcionan como bolsas financieras donde los usuarios hacen contratos sobre eventos deportivos, políticos y culturales, están reguladas por la Comisión de Negociación de Futuros de Productos Básicos (CFTC), que ha restringido sus operaciones por el cierre.
La CFTC ya estaba sobrecargada antes del cierre del gobierno. Actualmente opera con solo una comisionada interina, Caroline Pham, cuando normalmente debería tener cinco. Pham ha anunciado que renunciará cuando se confirme a un nuevo presidente, y la nominación inicial de Trump, Brian Quintenz, fue retirada.
Esta comisión, con menos de 700 empleados a tiempo completo, debe supervisar billones de dólares en materias primas, futuros y ahora mercados de predicción a nivel nacional. La industria del juego ha cuestionado su capacidad para funcionar como organismo regulador efectivo del juego.
Mientras tanto, plataformas como Kalshi y Polymarket han alcanzado valoraciones multimillonarias y firmado asociaciones con la Liga Nacional de Hockey. En contraste, las acciones de Flutter (matriz de FanDuel) y DraftKings han caído casi 30% y 40% respectivamente desde el 1 de septiembre.
Sin solución a la vista en Estados Unidos
Trump intensificó la presión el martes al amenazar con suspender el pago de subsidios alimentarios a 42 millones de estadounidenses hasta que finalice el cierre del gobierno, aunque la Casa Blanca posteriormente indicó que acataría una orden judicial contraria.
Los demócratas responsabilizan al presidente por su negativa a negociar, mientras que encuestas recientes muestran que una mayor proporción de estadounidenses atribuye la responsabilidad a los republicanos. El senador Chuck Schumer declaró que Trump «se ha negado a hablar con nosotros», mientras que el representante Hakeem Jeffries aseguró que los demócratas no retrocederán hasta conseguir un acuerdo sobre prestaciones de salud.












