El anuncio del Ministerio de Hacienda del Reino Unido a finales de noviembre sacudió a Gibraltar. El incremento del Impuesto al Juego Remoto del 21% al 40% para abril de 2026, junto con el aumento de las apuestas en línea del 15% al 25% para abril de 2027, representa una amenaza directa para la economía del territorio.
Las cifras explican la preocupación. El sector de juegos en línea aporta el 30% del PIB gibraltareño, emplea a más de 3,400 personas —en una población de apenas 34,000 habitantes— y genera un tercio de los ingresos fiscales totales por juegos de azar del Reino Unido.
Nigel Feetham, Ministro de Justicia, Comercio e Industria de Gibraltar, advirtió el 1 de diciembre que se trata de «un asunto de vital importancia» que afectará los ingresos públicos. Los modelos fiscales son devastadores: el tipo impositivo efectivo aumentará entre el 80% y el 100%, funcionando como «un impuesto sobre los ingresos, no sobre los beneficios».
La magnitud del golpe llevó al Ministro Principal Fabian Picardo a presionar personalmente al Tesoro británico. Sin embargo, la pregunta ya no es si Gibraltar debe adaptarse, sino cómo lograrlo.
Reestructuración inmediata del sector
La industria ya comenzó su transformación. Ravi Viroomal, director de desarrollo de negocio del bufete Ramparts, reporta un «enfoque de aproximadamente el 25% fuera del Reino Unido, que probablemente aumentará». Andrew Tait, su colega, anticipa que los operadores trasladarán los impuestos a los consumidores, reduciendo los porcentajes de retorno al jugador y haciendo los productos regulados menos competitivos frente al mercado negro.
Andrew Lyman, Comisionado de Juego de Gibraltar, prevé cambios estructurales profundos. Espera que los operadores eliminen costos significativos, consideren salidas ordenadas del mercado o vendan sus negocios. Para 2026, el sector «se verá muy diferente», con fusiones, reestructuraciones y una transición acelerada hacia la automatización y la inteligencia artificial.
Nicholas Macias, secretario general de la Asociación de Apuestas y Juegos de Azar de Gibraltar, confirma que el cambio es visible: «Los operadores se están adaptando. El aumento de los aranceles ha transformado radicalmente la economía del mercado británico». Las empresas ahora buscan mercados que fomenten la sostenibilidad a largo plazo.
Peter Montegriffo, consultor legal de Hassans International Law Firm, describió la situación como «un shock», señalando que aunque los operadores esperaban cambios, no de esta magnitud.
Temores por el empleo
Lyman prevé despidos significativos para el próximo año. «Tradicionalmente, el sector ha absorbido los despidos, pero esta vez será difícil», afirma. La reestructuración afectará principalmente a los equipos de marketing, operaciones de clientes y riesgo.
Viroomal advierte que algunas empresas podrían trasladar funciones a Malta, cerrando operaciones en Gibraltar. Macias reconoce que la presión sobre el empleo es inevitable a corto plazo, y la contratación se ralentizará mientras las empresas reevalúan sus costos.
Existe, sin embargo, una señal positiva. La movilidad transfronteriza —vital para los miles de trabajadores que viajan diariamente desde España— se mantendrá gracias a un acuerdo que se formalizará en enero, proporcionando certeza sobre el flujo fronterizo.
El riesgo del mercado negro
Los expertos coinciden en que el mayor peligro es el crecimiento del juego no regulado. Lyman es contundente: «El mercado negro está vivito y coleando. Aumentar tanto el tipo impositivo roza la imprudencia». Argumenta que los políticos británicos confunden ingresos con beneficios e ignoran los datos de canalización.
Viroomal señala que las fugas al mercado negro ya ocurren y se intensificarán si los operadores regulados recortan bonificaciones. Macias observa que el atractivo del mercado negro aumenta cuando las empresas reguladas enfrentan cargas fiscales mayores.
Feetham fue sincero en su declaración parlamentaria: «Es una mala noticia. No solicitamos estas medidas. Hicimos una fuerte presión contra ellas». Gibraltar solicitó un trato diferenciado y una implementación gradual, pero ambas peticiones fueron rechazadas. El gobierno ahora argumenta que el Reino Unido tiene una «obligación moral» de ayudar.
La búsqueda de alternativas
Gibraltar intenta convertir la crisis en oportunidad. El nuevo Proyecto de Ley del Juego de 2025 permitirá regular toda la cadena de valor, consolidando al territorio como un centro regulatorio integral. El tratado con la UE, aún en negociación, no restaurará la libertad para prestar servicios de juego en todo el bloque, pero garantizará circulación transfronteriza fluida.
Macias enfatiza que la prioridad debe ser estabilizar la industria existente manteniendo la claridad regulatoria y evitando nuevas cargas mientras los operadores absorben el cambio externo.
La diversificación económica gana urgencia. Feetham señala que Gibraltar acelera trabajos en tecnología financiera, servicios digitales e inteligencia artificial. Tait ve potencial en los juegos de criptomonedas, que podrían atraer una nueva generación de operadores.
El partido Together Gibraltar criticó la falta de apoyo proactivo del gobierno para diversificar la economía, instando a una estrategia integral que abarque finanzas verdes, servicios marítimos y turismo.
Gibraltar acogerá la conferencia AI Futures and Foresight el 21 de enero de 2026, buscando crear la combinación adecuada de habilidades, innovación y regulación. «La supervivencia de las empresas solo se puede facilitar mediante la innovación», afirma Lyman.
Un futuro incierto en Gibraltar
El aumento de impuestos reducirá el sector orientado al Reino Unido, pero acelerará la evolución de Gibraltar hacia un centro de servicios digitales con orientación internacional. La transición será dolorosa: se perderán empleos, la inversión disminuirá y el mercado negro podría expandirse.
El reto de Gibraltar es garantizar que lo que surja no sea solo una industria más pequeña, sino una más dinámica y resiliente.












