La Agencia de Servicios Financieros de Japón (FSA) analiza una reforma regulatoria que cambiaría el panorama cripto del país asiático. La propuesta permitiría a los bancos adquirir y mantener criptomonedas como bitcoin con fines de inversión, una práctica actualmente prohibida.
El regulador de Japón planea discutir esta iniciativa en una próxima reunión del Consejo de Servicios Financieros, un organismo que asesora al Primer Ministro. La medida busca tratar los criptoactivos de manera similar a productos financieros tradicionales como acciones y bonos del gobierno, integrándolos de manera más formal al sistema financiero japonés.
Un cambio significativo en la política de Japón
Las directrices de supervisión vigentes, revisadas en 2020, prohíben efectivamente a los bancos mantener criptomonedas. La razón principal son los riesgos asociados con la volatilidad de estos activos digitales, que podrían comprometer la salud financiera de las instituciones bancarias.
Si la reforma avanza, la FSA implementaría un marco estricto para gestionar estos riesgos. Los bancos enfrentarían requisitos específicos de capital y gestión de riesgos antes de poder mantener activos digitales. También se contempla la aplicación de pruebas de estrés y límites de exposición para garantizar la estabilidad del sistema financiero.
Licencias para operar exchanges
La propuesta también contempla que los grupos bancarios puedan registrarse como «operadores de exchanges de criptomonedas» con licencia. Esto les permitiría ofrecer servicios de trading y custodia directamente a sus clientes, consolidando su presencia en el mercado cripto.
Esta posibilidad representaría una integración más profunda de las criptomonedas en el sistema financiero tradicional, permitiendo a los usuarios acceder a estos servicios a través de instituciones reguladas y establecidas.
Un mercado en expansión
El mercado de criptomonedas en Japón muestra un crecimiento notable. A febrero de 2025, el país registra más de 12 millones de cuentas cripto, una cifra que representa aproximadamente 3,5 veces más que hace cinco años, según datos de la FSA.
Este aumento en la adopción demuestra una demanda orgánica que ya existe entre los japoneses. La reforma regulatoria busca formalizar esta realidad y proporcionar un marco más seguro para los participantes del mercado.
Movimientos hacia una regulación más robusta
En septiembre pasado, la FSA propuso trasladar la regulación de criptomonedas desde la Ley de Servicios de Pagos hacia la Ley de Instrumentos Financieros y Cambio (FIEA). El objetivo es fortalecer la protección de los inversores y alinear las criptomonedas con las leyes de valores existentes.
El regulador argumenta que muchos problemas dentro del sector cripto se asemejan a los tradicionalmente abordados bajo la FIEA, por lo que resulta apropiado aplicar mecanismos y estándares de cumplimiento similares.
Adicionalmente, la Comisión de Vigilancia de Valores y Bolsas de Japón planea introducir nuevas reglas para prohibir y penalizar el trading de información privilegiada con criptomonedas, equiparando estas prácticas con las sanciones existentes para valores tradicionales.
Iniciativas del sector privado
Paralelamente, tres de los bancos más grandes de Japón —Mitsubishi UFJ Financial Group, Sumitomo Mitsui Banking Corp. y Mizuho Bank— han unido fuerzas para emitir una stablecoin vinculada al yen. Esta iniciativa busca agilizar los pagos corporativos y reducir los costos de transacción.
La convergencia de reformas regulatorias e iniciativas privadas sugiere que Japón avanza hacia una integración más completa de los activos digitales en su sistema financiero. Si se aprueba, esta reforma podría abrir el flujo de grandes capitales institucionales hacia bitcoin y otras criptomonedas, consolidando al país como uno de los mercados cripto más maduros del mundo.