El Mundial 2026 de Fútbol, que tendrá como sedes a México, Estados Unidos y Canadá, ha intensificado la presión sobre el sector de apuestas deportivas en el país. La expectativa de un aumento significativo en la cantidad de usuarios durante el torneo ha reavivado el debate sobre la modernización del marco normativo, vigente desde 1947 y ajeno al ecosistema digital actual.
Este marco legal, anterior a la aparición de internet y los métodos de pago electrónicos, no regula las plataformas digitales ni las apuestas en línea. Según información recogida por la plataforma comparadora Toroslots, los empresarios coinciden en que el Mundial 2026 es la oportunidad perfecta para modificar la legislación.
El mercado negro crece en México
La Asociación de Permisionarios, Operadores y Proveedores de la Industria del Entretenimiento y Juego de Apuesta en México (AIEJA) advierte que esta situación ha propiciado el crecimiento del mercado negro, incrementa los riesgos de fraude y dificulta el control sobre los usuarios.
Miguel Ángel Ochoa, presidente de AIEJA, señaló que México está «cediendo terreno» frente a países latinoamericanos como Colombia o Perú, que ya cuentan con marcos regulatorios modernos. La ausencia de una norma común ha generado problemas adicionales, como la proliferación de operadores ilegales y la falta de mecanismos efectivos de protección para los usuarios.
Estimaciones del propio sector indican que más del 60% de las apuestas en línea del país se realizan fuera de los circuitos regulados, exponiendo a los jugadores a riesgos como estafas, pagos no garantizados y poca protección de datos.
Un sistema de licencias limitado
La Secretaría de Gobernación (SEGOB) administra la emisión de permisos, aunque el Estado no ha otorgado nuevas licencias para casinos presenciales ni permisos independientes para operar en línea en los últimos años, según portavoces de la plataforma Toroslots.
Solo quienes ya poseen una licencia presencial pueden solicitar una extensión digital para ofrecer servicios en línea. Las empresas extranjeras interesadas en ingresar al mercado mexicano deben asociarse con titulares locales de licencia, invertir en ellos o adquirir una participación, ya que la figura de la «sublicencia» directa fue eliminada a finales de 2023.
Este esquema ha permitido mantener un mercado controlado mediante auditorías de laboratorios de juego, aunque limita la competencia y obliga a la colaboración con socios locales como única vía legal para operar en el sector.
Expansión acelerada del mercado
A pesar de la falta de avances legislativos, el mercado de apuestas en México ha experimentado una expansión notable. La mejora en la conectividad y la adopción de métodos de pago para personas no bancarizadas han facilitado el acceso de miles de usuarios a las plataformas de juego.
De acuerdo con informes de la consultora Altenar, el país se posiciona entre los mercados con mayor proyección en América Latina y ha transitado de manera clara del juego presencial al juego en línea, impulsado en parte por la popularización de los pagos digitales.
Pérdidas fiscales millonarias
La carencia de regulación también tiene un impacto fiscal considerable. El Estado deja de percibir cientos de millones de pesos en impuestos debido a la actividad de operadores no regulados. Aunque el Gobierno federal ha propuesto elevar el Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS) aplicado al juego del 30% al 50% sobre los ingresos brutos, operadores y analistas advierten que un aumento impositivo sin una estructura legal moderna podría incentivar aún más el uso de sitios no regulados.
Reforma en camino antes del Mundial 2026
La llegada del Mundial 2026 se perfila como un catalizador para la reforma legal. Proyecciones de los operadores anticipan un incremento del 40% en el volumen de apuestas deportivas durante el torneo, lo que refuerza la urgencia de una regulación actualizada.
El proceso de consulta en el Congreso mexicano ya ha avanzado, con la participación de actores públicos y privados. El siguiente paso será la redacción de un nuevo borrador legal que incluya exigencias como la verificación de edad, el fomento del juego responsable, la emisión de licencias digitales y la definición de esquemas fiscales para plataformas online.
La expectativa compartida entre reguladores y representantes de la industria apunta a que la reforma podría facilitar acuerdos bilaterales con los países coanfitriones del Mundial, especialmente en materia de interoperabilidad fiscal y verificación transfronteriza.












