La Junta de Control de Juegos de Pensilvania emitió una advertencia clara a los casinos y casas de apuestas del estado: no deben involucrarse en los mercados de predicciones. El director ejecutivo Kevin O’Toole compareció ante el Comité de Supervisión de Juegos de la Cámara de Representantes el martes para exponer las preocupaciones del regulador sobre estas plataformas.
O’Toole señaló que aplicaciones como Kalshi y Polymarket ofrecen plataformas de apuestas que operan «completamente fuera de los marcos integrales de protección al consumidor, juego responsable e impuestos de Pensilvania». Esta no es la primera vez que el funcionario expresa su preocupación: en octubre ya había solicitado a los legisladores que tomaran medidas contra el crecimiento de estos mercados.
Qué son los mercados de predicciones
Los mercados de predicción permiten a los usuarios comprar y vender contratos vinculados a eventos del mundo real. Estos eventos incluyen resultados deportivos, elecciones políticas y otros momentos culturales relevantes. Los usuarios especulan sobre los resultados y pueden obtener ganancias si sus predicciones resultan correctas.
Las empresas que operan estos mercados sostienen que proporcionan instrumentos financieros en lugar de mercados de apuestas tradicionales. Argumentan que pueden ofrecer estos contratos porque están reguladas a nivel federal por la Comisión de Comercio de Futuros de Productos Básicos, lo que las colocaría fuera de la jurisdicción estatal.
Conflicto regulatorio en Pensilvania y otros estados
Los reguladores estatales mantienen una postura diferente. Argumentan que los contratos de eventos reflejan juegos de azar y representan un peligro particular para los usuarios más jóvenes. Durante la audiencia, los legisladores expresaron preocupación sobre la posibilidad de que los usuarios influyan en los resultados de los eventos o eludan los sistemas de verificación de edad e identidad.
Un punto crítico en el debate es la cuestión fiscal. Las empresas del mercado de predicciones no pagan impuestos estatales, mientras que los operadores autorizados de apuestas deportivas en Pensilvania están sujetos a un impuesto del 36% sobre los juegos de azar. Esta disparidad genera tensiones en la industria regulada.
Posible marco legal
Los funcionarios estatales consideran que la ley de juegos de azar de 2017 de Pensilvania podría ofrecer al regulador cierta autoridad sobre los mercados de predicción. Según esta interpretación, estas plataformas caerían dentro de la categoría de «apuestas deportivas no autorizadas», lo que significaría que estarían sujetas a impuestos estatales y a la supervisión del regulador.
Si esta interpretación legal prospera, las plataformas de predicción tendrían que elegir entre obtener licencias estatales, pagar impuestos y cumplir con las regulaciones de protección al consumidor, o cesar sus operaciones en el estado.
Advertencia a operadores licenciados
El regulador dejó claro que los operadores de casinos y apuestas deportivas licenciados en Pensilvania arriesgan sus permisos si se asocian con sitios de mercados de predicciones. Esta advertencia busca evitar que empresas establecidas y reguladas legitimen o faciliten el acceso a estas plataformas no autorizadas.
La situación en Pensilvania refleja un debate más amplio en Estados Unidos sobre cómo regular estos mercados emergentes, que se encuentran en una zona gris entre las finanzas y los juegos de azar. Mientras las plataformas de predicción argumentan que operan bajo supervisión federal, los estados buscan proteger sus marcos regulatorios y sus ingresos fiscales.












