El Senado de Tailandia determinó esta semana que cualquier intento futuro de legalizar los juegos de casino en el país debe contar con la aprobación ciudadana a través de un referéndum.
La decisión surge tras el rechazo formal del proyecto de ley sobre complejos de entretenimiento del gobierno anterior por parte de una comisión especial del Senado, encabezada por el senador Dr. Veerapun Suvannamai.
Principales preocupaciones identificadas en Senado de Tailandia
La comisión expresó múltiples inquietudes sobre el impacto del proyecto de ley, según reportó el Bangkok Post:
- Riesgos sociales: Posible daño a largo plazo en la sociedad tailandesa.
- Seguridad nacional: Mayor vulnerabilidad al blanqueo de capitales.
- Confianza pública: Erosión de la credibilidad institucional.
- Impacto económico: Disrupciones en la economía nacional.
Propuestas alternativas
Los miembros del comité sugirieron estudiar modelos alternativos, aunque varios presentan inconsistencias evidentes:
- Desarrollo de complejos de entretenimiento sin casinos.
- Zonas de casinos con acceso limitado y controles estrictos.
- Plataformas de juego en línea reguladas.
Sin embargo, los operadores internacionales han señalado que atraer inversiones a complejos sin componente de casino no representa una opción viable.
Modelo australiano mal interpretado
Un senador propuso seguir el ejemplo australiano de restringir el acceso a casinos solo a turistas registrados. No obstante, esta restricción no existe en ninguno de los 14 casinos autorizados de Australia.
Oposición clara del Senado de Tailandia a los casinos
El senador Chinachot Saengsang fue categórico en su posición: «El casino no es un elemento secundario, sino el núcleo de la propuesta. Si el nuevo gobierno incluye la legalización de los casinos en su programa de políticas, corre el riesgo de socavar la confianza pública y la gobernanza a largo plazo».
Conclusión económica negativa
El informe final del comité determinó que el proyecto de ley generaría un valor económico mínimo mientras crea importantes costos de infraestructura que podrían convertirse en una carga para el estado.
El proyecto ya había sido retirado de la agenda de estudio de la Cámara en julio por el gobierno anterior de Shinawatra debido a la creciente oposición popular.