Doménico M. Fonseca Ramírez,
Asistente Legal en Gaming Law Latam.
Un oasis, en el desierto. Un área fértil, en una zona infértil. Un tren que avanza, en una estación paralizada. Una estrella, en una noche no estrellada. La industria de los juegos de apuesta, en la informalidad del Perú.
Nuestra economía es mayoritariamente informal. Más de dos tercios de ella se encuentra sumergida en un planeta sin beneficios laborales ni aportes tributarios. Ello, genera que el Estado cuente con una menor recaudación tributaria, que exista una desprotección social hacia los trabajadores y demás implicancias nocivas.
En el desierto de la informalidad, encontramos un oasis: la industria de los juegos de apuesta. Dejando de lado todo estigma y/o prejuicio subjetivo; lo meramente objetivo es que el sector de los casinos físicos y en línea, figura dentro de los sectores con mayor grado de formalización en nuestro país.
La primera razón por la cual este sector destaca como uno formal, es por el estricto marco normativo que tiene. La Ley N°27153 – Ley que regula la explotación de los juegos de casino y máquinas tragamonedas, en el ámbito presencial; y la Ley N°31557 – Ley que regula la explotación de los juegos a distancia y apuestas deportivas a distancia, en el ámbito virtual (a distancia); junto a sus modificaciones y reglamentos, establecen un régimen integral de licencias, obligaciones y mecanismos de fiscalización para la operación de estas actividades.
En segundo lugar, los actores de la industria se encuentran sujetos a una energética y severa fiscalización. En aplicación del marco normativo, la Dirección General de Juegos de Casino y Máquinas Tragamonedas (DGJCMT) ejerce un control permanente sobre los movimientos de los protagonistas del sector. Gracias a una labor sostenida de fiscalización, durante el último año se redujo significativamente la oferta de juego ilegal en plataformas digitales y aplicaciones móviles.
La solvencia en la fiscalización y el manejo de la industria por parte de la DGJCMT; se corrobora con el reconocimiento internacional recibido, semanas atrás, para el regulador peruano: Yuri Guerra Padilla. El Ingeniero Guerra fue galardonado como Regulator of the Year 2025 por la organización International Masters of Gaming Law (IMGL) -reconocida asociación mundial de expertos en derecho de juegos de apuesta. Este galardón subraya la eficacia y credibilidad del esquema regulatorio peruano en la consolidación de una industria formal a nivel global.
Asimismo, los operadores y proveedores también son objeto de estricta supervisión por la Superintendencia Nacional de Administración Tributaria (SUNAT), en materia tributaria; y, por la Superintendencia de Banca, Seguros y AFP (SBS), en materia de prevención del lavado de activos y del financiamiento del terrorismo (SPLAFT). En suma, la permanente fiscalización ejercida por los órganos estatales competentes contribuye a que la industria opere bajo elevados estándares de formalidad.
En tercer lugar, la industria contribuye de manera directa a la recaudación fiscal a través de diversos tributos administrados por la SUNAT. Entre ellos, destacan el Impuesto a la Renta, el Impuesto Selectivo al Consumo y el Impuesto a los Juegos de Casino y Máquinas Tragamonedas. La importancia de esta contribución se evidencia en el crecimiento sostenido de la recaudación tributaria proveniente de los juegos y apuestas deportivas en línea. Esta específica carga tributaria no solo constituye una fuente importante de ingresos para el Estado, sino que además refuerza la condición de formalidad y control con la que opera el sector.
El marco normativo, la fiscalización y la contribución tributaria constituyen los lentes a través de los cuales comprobamos la existencia de un oasis en este desierto de la informalidad. La industria del juego en el Perú es la prueba viviente que la formalidad es posible y sostenible.
An Oasis in Informality: The Gaming Industry in Peru
Doménico M. Fonseca Ramírez,
Legal Assistant at Gaming Law Latam.
An oasis in the desert. A fertile land in a barren zone. A moving train in a paralyzed station. A star in a starless night. The gaming industry within Peru’s informality.
Peru’s economy is predominantly informal. More than two-thirds of its activity lies submerged in a sphere devoid of labor benefits and tax contributions. This reality results in lower tax revenues for the State, social vulnerability for workers, and a series of other detrimental consequences.
In the desert of informality, we find an oasis: the gaming industry. Setting aside any stigma or subjective bias, the objective reality is that both the land-based and online casino sectors stand among the most formalized industries in our country.
The first reason this sector distinguishes itself as a formal one lies in its strict regulatory framework. Law No. 27153 – Law Regulating the Operation of Land-Based Casino Games and Slot Machines – and Law No. 31557 – Law Regulating the Operation of Remote Gaming and Remote Sports Betting – together with their amendments and implementing regulations, establish a comprehensive regime of licenses, obligations, and oversight mechanisms governing the operation of these activities.
In second place, the actors within the industry are subject to energetic and rigorous supervision. In accordance with the legal framework, the General Directorate of Casino Games and Slot Machines (DGJCMT) exercises continuous oversight of the sector’s key players. Through consistent enforcement efforts, the presence of illegal gaming on digital platforms and mobile applications has been significantly reduced over the past year.
The DGJCMT’s efficiency in supervision and industry management was further confirmed by the recent international recognition granted to Peru’s regulator, Yuri Guerra Padilla. Engineer Guerra was awarded Regulator of the Year 2025 by the International Masters of Gaming Law (IMGL), a globally renowned association of gaming law experts. This distinction underscores the effectiveness and credibility of Peru’s regulatory framework in consolidating a formal and globally respected gaming industry.
Likewise, operators and suppliers are also subject to strict supervision by the National Superintendency of Customs and Tax Administration (SUNAT) in tax matters, and by the Superintendency of Banking, Insurance and Private Pension Funds (SBS) in matters related to the prevention of money laundering and the financing of terrorism (SPLAFT). In sum, the continuous oversight exercised by the competent state authorities ensures that the industry operates under high standards of formality.
Thirdly, the industry contributes directly to tax collection through various taxes administered by SUNAT. Among these are the Income Tax, the Selective Consumption Tax, and the Tax on Casino Games and Slot Machines. The significance of this contribution is evident in the steady growth of tax revenues generated by online gaming and sports betting activities. This specific tax burden not only represents an important source of income for the State but also reinforces the formal and regulated nature under which the sector operates.
The regulatory framework, fiscal oversight, and tax contribution are the lenses through which we confirm the existence of an oasis within this desert of informality. The gaming industry in Peru stands as living proof that formality is both possible and sustainable.