La Comisión Europea abrió una investigación antimonopolio contra Google por usar contenido de editores y videos de YouTube para entrenar sus modelos de IA sin compensación adecuada. Es la segunda investigación contra la compañía en menos de un mes, lo que refleja el creciente escrutinio sobre el dominio de las grandes tecnológicas en el desarrollo de inteligencia artificial.
Segunda investigación a Google en un mes
Esta es la segunda investigación que enfrenta la compañía en menos de un mes, lo que refleja la preocupación creciente de los reguladores europeos sobre el dominio de las grandes tecnológicas en el desarrollo de nuevas tecnologías.
Uso de contenido sin compensación adecuada
Las autoridades europeas sospechan que Google usa contenido en línea de medios de comunicación para generar sus resúmenes de inteligencia artificial, conocidos como AI Overviews, sin compensar adecuadamente a los editores ni ofrecerles la opción de rechazar ese uso. La misma inquietud existe respecto a los videos que los usuarios suben a YouTube.
«Google podría estar abusando de su posición dominante como motor de búsqueda para imponer condiciones comerciales injustas a las editoriales al utilizar su contenido en línea para ofrecer sus propios servicios basados en inteligencia artificial», declaró Teresa Ribera, jefa antimonopolio de la Unión Europea.
Ribera añadió que un ecosistema informativo saludable depende de que los editores cuenten con los recursos necesarios para producir contenido de calidad, y que no permitirán que los guardianes dicten esas decisiones.
Google defiende su posición
La investigación se desencadenó después de que Google rechazara en julio una queja presentada por editores independientes. Un portavoz de la compañía respondió que esta queja arriesga frenar la innovación en un mercado más competitivo que nunca, y afirmó que los europeos merecen beneficiarse de las últimas tecnologías. Google aseguró que seguirá colaborando con las industrias de noticias y creativas en su transición hacia la era de la inteligencia artificial.
Sin embargo, varios grupos criticaron duramente a la empresa. La Alianza de Editores Independientes, el Movimiento por una Web Abierta y la organización británica sin ánimo de lucro Foxglove acusaron a Google de romper el pacto que sustenta internet.
Tim Cowen, abogado asesor de estos grupos, explicó que el acuerdo original era que los sitios web se indexarían, recuperarían y mostrarían cuando fueran relevantes para una consulta, dando a todos una oportunidad. Ahora, según Cowen, Google prioriza su herramienta AI Overviews y Gemini, y añade sal a la herida al explotar el contenido de los sitios web para entrenar a Gemini, al que describió como «el gemelo malvado» del buscador tradicional.
Las AI Overviews son resúmenes generados por inteligencia artificial que aparecen sobre los hipervínculos tradicionales a páginas web relevantes. Estos resúmenes se muestran a usuarios en más de 100 países. En mayo pasado, Google comenzó a añadir anuncios a estas vistas generales de inteligencia artificial.
Además del uso de contenido para entrenar sus modelos, la política de spam de Google también está bajo el escrutinio de la Unión Europea tras una investigación impulsada por los editores. Si se declara culpable de infringir las normas antimonopolio europeas, la compañía se arriesga a una multa de hasta el 10% de sus ingresos anuales globales.
Esta investigación se suma a un escrutinio regulatorio más amplio sobre las grandes tecnológicas. La semana pasada, la Comisión Europea inició una investigación sobre los planes de Meta de bloquear a sus rivales de inteligencia artificial en su sistema de mensajería WhatsApp.
Las acciones de la Unión Europea también podrían intensificar las tensiones con Estados Unidos. Las leyes adoptadas por la UE en los últimos años se convirtieron en un punto delicado en las relaciones con Washington, que ve estas regulaciones como medidas que afectan desproporcionadamente a las empresas tecnológicas estadounidenses.
El caso pone de relieve el desafío que enfrentan los reguladores: equilibrar el fomento de la innovación en inteligencia artificial con la protección de los derechos de los creadores de contenido y la competencia justa en el mercado digital.












