Márllury Valdez Ruiz,
Socia Fundadora de Terry&Valdez Abogados Corporativos, abogada especialista
en Derecho Corporativo, Tributario y Protección de Datos Personales.
En la industria del entretenimiento regulada (que abarca salas de juego de casino, máquinas tragamonedas, apuestas deportivas a distancia, eGaming y juegos online) la elección de la figura jurídica para unir esfuerzos empresariales sin constituir una nueva sociedad es una decisión estratégica.
El contrato de consorcio en Perú, regulado por la Ley General de Sociedades (Ley N.º 26887), permite que dos o más empresas colaboren para un fin común, manteniendo su independencia jurídica y contable salvo pacto expreso en contrario. En un mercado regulado y altamente supervisado, su adecuada estructuración es clave no solo para cumplir con las exigencias del MINCETUR, sino también para optimizar la carga tributaria y mitigar riesgos de sanción.
USOS EN EL ÁMBITO PRESENCIAL Y A DISTANCIA
En Perú, en el caso de casinos y salas de máquinas tragamonedas, los consorcios se emplean para compartir infraestructura y licencias de operación, asociar operadores con experiencia a socios inversionistas, expandir nuevas salas, entre otras razones. Por su parte, en las operaciones a distancia, como apuestas deportivas online y juegos remotos, la figura permite aliar operadores tecnológicos con empresas licenciadas por el MINCETUR, generar sinergias en marketing digital, captación de usuarios y soporte técnico, y compartir costos de desarrollo, mantenimiento y licencias de software.
El marco legal en juegos a distancia admite que uno de los consorciados sea titular de la autorización y otro aporte la plataforma o la red comercial, siempre que se definan claramente responsabilidades y flujos económicos. En el caso presencial, la licencia de operación es personal y el titular responde ante la autoridad por el cumplimiento de las obligaciones legales y reglamentarias, incluso en un consorcio, lo que exige cláusulas de responsabilidad solidaria y mecanismos de control interno para garantizar normas de juego responsable, prevención de lavado de activos y control de acceso.
VENTAJAS Y RIESGOS
El contrato de consorcio presenta ventajas significativas: evita la creación de una nueva persona jurídica, reduce costos societarios, ofrece flexibilidad temporal y permite aprovechar licencias y autorizaciones en un sector de acceso restringido. También facilita alianzas estratégicas entre empresas de perfiles distintos (operadores, desarrolladores, inversionistas) para proyectos específicos.
No obstante, también implica riesgos. La responsabilidad solidaria puede exponer a un consorciado por incumplimientos del otro; la fiscalización sectorial y tributaria es intensa; y si no se definen con precisión los mecanismos de toma de decisiones, la figura puede derivar en conflictos operativos. Además, el manejo inadecuado de los documentos de atribución o la falta de comunicación oportuna a la autoridad tributaria puede generar contingencias.
TRATAMIENTO TRIBUTARIO Y RELEVANCIA DEL IGV
Fiscalmente, los contratos de consorcio se estructuran bajo dos modalidades principales, y la elección tiene impacto en los impuestos y en el tratamiento de los aportes:
- Con contabilidad independiente: el consorcio obtiene RUC y lleva sus propios libros; declara y paga directamente los tributos que correspondan. En este esquema, los aportes de bienes o servicios de los consorciados pueden estar sujetos a IGV, al considerarse que se transfiere a un tercero jurídicamente distinto.
- Sin contabilidad independiente: el consorcio no es contribuyente autónomo; los ingresos y gastos se atribuyen directamente a cada consorciado según su participación y se sustentan con documentos de atribución. Aquí, los aportes no generan IGV.
En el Perú, en el sector de juegos presenciales, predomina el uso de consorcios sin contabilidad independiente, en los que los aportes no generan IGV. En el ámbito presencial, la carga tributaria se concentra en impuestos específicos del sector, mientras que, en el juego a distancia, gravado con IGV y tributos especiales, el tratamiento de los aportes y de las operaciones derivadas del contrato exige especial cuidado. La clave está en diseñar y estructurar el contrato y documentar correctamente cada transacción para optimizar la carga fiscal y garantizar el pleno cumplimiento de las obligaciones regulatorias y tributarias.
ELEMENTOS CLAVE PARA UN CONSORCIO EFICAZ
En este sector, un contrato de consorcio efectivo debe definir claramente aportes y responsabilidades, establecer reglas precisas para la distribución de ingresos y gastos, y fijar compromisos de cumplimiento normativo. También es esencial proteger los activos intangibles como las marcas, software y, especialmente, bases de datos cuyo uso o proyección en el marco del consorcio debe ajustarse a la Ley N.° 29733, Ley de Protección de Datos Personales, en aquello que corresponda, estableciendo medidas y responsabilidades para el tratamiento lícito de la información. Asimismo, se deben prever mecanismos de resolución de conflictos que aseguren la continuidad operativa.
CONCLUSIÓN
En un entorno altamente regulado y fiscalizado, el contrato de consorcio es una herramienta estratégica para potenciar operaciones conjuntas, siempre que su estructura responda a la naturaleza del negocio. Contar con un equipo legal especializado en el diseño, estructuración y negociación de contratos de consorcio para el sector de juegos y apuestas marca la diferencia entre un proyecto sólido y uno vulnerable a sanciones o contingencias. Una asesoría experta permite anticipar riesgos, optimizar la carga tributaria y establecer condiciones contractuales que aseguren rentabilidad y cumplimiento.
Contratos de consórcio: perspectivas do Quadro Jurídico Peruano
Flexibilidade e vantagens competitivas para o setor do jogo no Peru e a necessidade de uma estruturação jurídica precisa.
A escolha da figura jurídica para unir esforços empresariais sem constituir uma nova sociedade é uma decisão estratégica na indústria do entretenimento regulado, que inclui salas de jogo de casino, máquinas caça-níquel, apostas esportivas à distância, eGaming e jogos online.
O contrato de consórcio no Peru, regulado pela Lei Geral de Sociedades (Lei nº 26887), permite que dois ou mais empresas colaborem para um propósito comum, mantendo sua independência jurídica e contável salvo se de outra forma acordado. Em um mercado regulado e altamente supervisionado, sua adequada estruturação é fundamental não apenas para cumprir com as exigências do MINCETUR, mas também para otimizar a carga tributária e mitigar riscos de sanção.
USOS NO ÂMBITO PRESENCIAL E À DISTÂNCIA
No Peru, no caso de casinos e salas de máquinas caça-níquel, os consórcios são utilizados para compartilhar infraestrutura e licenças de operação, associar operadores com experiência a sócios investidores e expandir novas salas, entre outras razões. Por sua vez, nas operações à distância, como apostas esportivas online e jogos remotos, a figura jurídica permite aliar operadores tecnológicos com empresas licenciadas pelo MINCETUR, gerar sinergias no marketing digital, captar usuários e suporte técnico e compartilhar custos de desenvolvimento, manutenção e licenças de software.
O quadro jurídico em jogos à distância admite que um dos consorciados seja titular da autorização e o outro ajude a plataforma ou a rede comercial sempre que sejam definidos claramente as responsabilidades e fluxos econômicos. No caso presencial, a licença de operação é pessoal e o titular responde perante a autoridade pelo cumprimento das obrigações legais e regulamentares, inclusive em um consórcio, exigindo cláusulas de responsabilidade solidária e mecanismos de controle interno para garantir normas de jogo responsável, prevenção de lavagem de ativos e controle de acesso.
VANTAGENS E RISCOS
O contrato de consórcio apresenta vantagens significativas: evita a criação de uma nova pessoa jurídica, reduz custos societários, oferece flexibilidade de tempo e permite aproveitar licenças e autorizações em um setor de acesso restrito. Também facilita alianças estratégicas entre empresas de diferentes perfis (operadores, desenvolvedores, investidores) para projetos específicos.
Por outro lado, a responsabilidade solidária envolve riscos, pois pode prejudicar um consorciado quando uma das partes descumprir as regras. A fiscalização setorial e tributária é rigorosa e se não forem definidos claramente os mecanismos de tomada de decisões, a figura jurídica pode levar a conflitos operacionais. Além disso, o manuseio inadequado dos documentos de atribuição ou a falta de comunicação oportuna à autoridade tributária pode gerar contingências.
TRATAMIENTO TRIBUTÁRIO E RELEVÂNCIA DO IGV
Para efeitos fiscais, os contratos de consórcio são estruturados sob duas modalidades principais e a escolha tem impacto nos impostos e no tratamento das contribuições:
• Com contabilidade independente: o consórcio obtém um RUC e utiliza seus próprios livros; declara e paga diretamente os tributos que correspondam. Nesse esquema, as contribuições de bens ou serviços dos consorciados podem estar sujeitos ao IGV quando for considerada que é transferida para um terceiro juridicamente diferente.
• Sem contabilidade independente: o consórcio não é contribuinte autônomo; as receitas e gastos são atribuídas diretamente a cada consorciado segundo sua participação e são comprovadas com documentos de atribuição. Nesse caso, as contribuições não geram IGV.
No Peru, no setor de jogos presenciais, predomina o uso de consórcios sem contabilidade independente naqueles que as contribuições não geram IGV. No âmbito presencial, a carga tributária é concentrada em impostos específicos do setor, enquanto que, no jogo à distância, gravado com IGV e tributos especiais, o tratamento das contribuições e das operações derivadas do contrato exige especial cuidado. O segredo
está em desenhar, estruturar e documentar corretamente cada transação para otimizar a carga fiscal e garantir o pleno cumprimento das obrigações regulamentares e tributárias.
ELEMENTOS-CHAVE PARA UM CONSÓRCIO EFICIENTE
Nesse setor, um contrato de consórcio efetivo deve definir claramente as contribuições e responsabilidades, estabelecer regras precisas para a distribuição de receitas e gastos, e fixar compromissos de cumprimento normativo. Também é essencial proteger os ativos intangíveis como as marcas, software e, especialmente, bases de dados cujo uso ou projeção no âmbito do consórcio deve estar em conformidade com a Lei n° 29733 (Lei de Proteção de Dados Pessoais), estabelecendo medidas e responsabilidades para o tratamento lícito da informação. Além disso, devem ser previstos mecanismos de resolução de conflitos que garantam a continuidade operacional.
CONCLUSÃO
Em um ambiente altamente regulado e fiscalizado, o contrato de consórcio é uma ferramenta estratégica para aprimorar operações conjuntas, desde que sua estrutura reflita à natureza do negócio. Contar com uma equipe jurídica especializada no design, estruturação e negociação de contratos de consórcio para o setor de jogos e apostas faz a diferença entre um projeto sólido e um vulnerável a sanções ou contingências. Uma assessoria especializada permite antecipar riscos, otimizar a carga tributária e estabelecer condições contratuais que garantam rentabilidade e cumprimento.