La capital europea avanza con la visión de construir un ecosistema de apuestas online regulado, centrado en el usuario y tecnológicamente innovador. Desde hubs de inteligencia artificial hasta sistemas pioneros de autoexclusión, la capital portuguesa se posiciona como el nuevo modelo ético del gaming responsable en el continente.
Mientras que otras capitales europeas corren tras la última moda en apuestas digitales, Lisboa no busca ser el casino más ruidoso de Europa, sino el laboratorio ético donde el juego digital evoluciona con responsabilidad, porque tiene como pilar ofrecer no solamente un ecosistema de juego entretenido, sino que pueda cuidar a sus usuarios.
Lisboa ha consolidado una reputación singular al convertirse en mucho más que un mercado en crecimiento: es hoy un hub de innovación responsable. Según datos del Gaming Regulation and Inspection Service (SRIJ), el mercado online portugués alcanzó los 284.7 millones de euros en ingresos trimestrales y 4.8 millones de cuentas activas, cifras que reflejan no solo dinamismo económico, sino una transformación de fondo. Incluso en un contexto de leve recesión trimestral —la primera en casi tres años tras un Q4 2024 récord—, la capital portuguesa refuerza su compromiso con una regulación que va más allá del control, colaborando activamente con el sector tecnológico. Sistemas de autoexclusión, monitoreo en tiempo real y protocolos de publicidad responsable se integran como pilares de un ecosistema que prioriza el bienestar digital.
Además, en Lisboa se dieron pasos gigantes: el país se sumó a iniciativas europeas como el Center for Responsible AI, que destinará 78 millones de euros a proyectos basados en ética y privacidad. Este ecosistema —universidades, incubadoras, reguladores— trabaja con una visión común: el juego digital debe evolucionar, no solo crecer.
REGULACIÓN SÓLIDA
El juego en línea en Lisboa se rige por el Decreto de Ley N.º 66/2015, que establece estándares estrictos para la concesión de licencias, el cumplimiento técnico, los sistemas de autoexclusión y las medidas de transparencia, incluyendo la publicación de tasas de retorno y la verificación de identidad. Según un análisis de Lexology, Portugal ha sido pionero en incorporar principios de responsabilidad y protección al consumidor desde la entrada en vigor de esta normativa.
El ente regulador, el SRIJ —adscrito a Turismo de Portugal—, ha sido reconocido por su enfoque proactivo y por fomentar la innovación con impacto social. En 2025 reportó más de 4.8 millones de cuentas activas y una recaudación fiscal de 82.7 millones de euros solo en el primer trimestre.
Esta regulación también exige a los operadores implementar límites de depósito, mensajes automáticos tras sesiones prolongadas y opciones para que el usuario bloquee su cuenta voluntariamente. La publicidad está fuertemente regulada: se prohíben los anuncios dirigidos a menores y cualquier mensaje que sugiera que el juego puede resolver problemas financieros o garantizar el éxito personal. Un ejemplo claro de esta firmeza ocurrió el año pasado, cuando un operador fue sancionado por permitir que un jugador autoexcluido realizara apuestas. El Tribunal de Apelación respaldó la sanción, señalando que la responsabilidad tecnológica es tan importante como la legal.
RESPONSABILIDAD 2025
Uno de los pilares clave de la industria en Portugal es el combate al juego ilegal. Este año, el SRIJ reforzó su colaboración con proveedores de internet para bloquear plataformas sin licencia e inició acciones legales contra compañías que operaban fuera del marco regulador. Las sanciones, en casos graves, pueden superar los 100.000 euros.
Durante el primer trimestre, se intervinieron más de 180 operadores ilegales mediante bloqueos, notificaciones formales y eliminación de contenidos. Entre las acciones más visibles se incluyó el retiro de más de 100 videos en YouTube que promocionaban apuestas sin licencia.
Para fortalecer su capacidad de respuesta, el SRIJ ha mejorado sus sistemas automatizados de vigilancia. Estas herramientas permiten monitorear en tiempo real promociones no autorizadas en redes sociales y plataformas digitales. Según Lexology, esto fue clave para detectar campañas dirigidas a menores, el uso de criptomonedas no reguladas y la ausencia de mecanismos obligatorios de autoexclusión.
El sistema portugués ha sido reconocido por la European Gaming and Betting Association (EGBA) como uno de los más sólidos del continente. Elementos como el modelo nacional de autoexclusión, las restricciones a la publicidad y la transparencia en las tasas de retorno son ya referentes en países como Alemania, Finlandia y Bélgica. Eventos como el SBC Summit han posicionado a Lisboa como punto de encuentro para reguladores europeos.
Al mismo tiempo, startups locales están atrayendo inversión extranjera desde Reino Unido, Países Bajos y Canadá. Estas compañías buscan no solo innovación, sino también replicar el modelo ético de Lisboa en sus propios mercados. Así, Portugal se consolida no por el tamaño de su industria, sino por su capacidad de exportar un marco regulador moderno, replicable y centrado en el bienestar digital.
LICITACIONES
Este año, Portugal afronta una renovación clave en su modelo de casinos presenciales. Con el vencimiento de las concesiones históricas en el Algarve, Póvoa de Varzim y Espinho, el país ha lanzado un proceso de licitación pública que apunta a modernizar el sector con criterios de transparencia, responsabilidad social e innovación. Este cambio es visto como una oportunidad para fortalecer la industria y alinear con los valores éticos y tecnológicos del siglo XXI.
Estas nuevas licitaciones exigen a los operadores no solo que demuestren solvencia económica, sino que también presenten mejoras culturales, sostenibilidad, digitalización y compromiso con el bienestar del jugador.
El modelo de “zona única”, el cual considera un casino por región, se mantiene, garantizando equilibrio de mercado y estabilidad laboral. Operadores como Estoril-Sol y Solverde han expresado su intención de competir con proyectos ambiciosos que incorporan plataformas digitales, sistemas de autoexclusión avanzados y una oferta renovada en entretenimiento.
De acuerdo a la Asociación Nacional de Abogados del Juego, algunas compañías propusieron la integración de la inteligencia artificial y sistemas híbridos para combinar lo presencial con experiencias digitales, ampliando así el atractivo del casino para nuevos públicos.
INNOVACIÓN ÉTICA Y ECOSISTEMA TECH
Espacios como The Gaming Hub, impulsado por Unicorn Factory Lisboa, y el Beato Creative Hub, integran tecnologías como IA, blockchain y diseño gamificado con fines sociales. En colaboración con universidades como el Instituto Superior Técnico, estos centros desarrollan herramientas para la detección de juego compulsivo, autoexclusión automatizada y plataformas auditables que promueven un gaming más consciente.
Aceleradoras como Beta i, en alianza con el SRIJ y el sector público, lanzan convocatorias para startups que integran ética y tecnología desde el diseño. Lisboa no solo impulsa innovación digital, sino que busca exportar modelos de gobernanza tecnológica capaces de transformar el juego online en una industria más justa, humana y sostenible.
LISBOA É A CAPITAL DO BRINQUEDO CONSCIENTE
A capital europeia avança com a visão de construir um ecossistema de apostas online regulado, centrado no usuário e tecnologicamente inovador. De hubs de inteligência artificial a sistemas pioneiros de autoexclusão, a capital portuguesa posiciona-se como o novo modelo ético do gaming responsável no continente.
Enquanto outras capitais europeias perseguem a mais recente tendência em apostas digitais, Lisboa não pretende ser o casino mais barulhento da Europa, mas sim o laboratório ético onde o jogo digital evolui com responsabilidade, porque tem como pilar oferecer um ecossistema de jogo divertido e que cuide dos seus usuários.
Lisboa consolidou uma reputação única ao tornar-se muito mais do que um mercado em crescimento: hoje é um hub de inovação responsável. Segundo dados do Gaming Regulation and Inspection Service (SRIJ), o mercado online português alcançou os €284.7 milhões em receitas trimestrais e 4.8 milhões de contas ativas, números que refletem não só o dinamismo econômico, mas também uma transformação fundamental. Mesmo em um contexto de recessão trimestral moderada — a primeira em quase três anos, após um Q4 2024 recorde — a capital portuguesa reforça seu compromisso com uma regulação que vai além do controle, colaborando ativamente com o setor tecnológico. Sistemas de autoexclusão, monitorização em tempo real e protocolos de publicidade responsável integram-se como pilares de um ecossistema que prioriza o bem-estar digital.
Além disso, Lisboa deu passos gigantescos: o país aderiu a iniciativas europeias como o Center for Responsible AI, que destinará €78 milhões a projetos baseados em ética e privacidade. Esse ecossistema — universidades, desenvolvedoras, reguladores — trabalha em direção a uma visão comum: o jogo digital deve evoluir, não apenas crescer.
REGULAÇÃO SÓLIDA
O jogo online em Lisboa é regido pelo Decreto de Lei n.º 66/2015, que estabelece normas rigorosas para a concessão de licenças, o cumprimento técnico, os sistemas de autoexclusão e as medidas de transparência, incluindo a publicação de taxas de retorno e a verificação de identidade. Segundo uma análise da Lexology, Portugal foi pioneiro em incorporar princípios de responsabilidade e proteção ao consumidor desde a entrada em vigor desta normativa.
O SRIJ, órgão regulador do Turismo de Portugal, foi reconhecido por sua abordagem proativa e por fomentar a inovação com impacto social. Em 2025, reportou mais de 4.8 milhões de contas ativas e uma arrecadação fiscal de €82.7 milhões apenas no primeiro trimestre.
Essa regulação também exige que os operadores implementem limites de depósito, mensagens automáticas após sessões prolongadas e opções para que o usuário bloqueie sua conta voluntariamente. A publicidade é fortemente regulada: são proibidos os anúncios dirigidos a menores e qualquer mensagem que sugira que o jogo pode resolver problemas financeiros ou garantir o sucesso pessoal. Um exemplo claro desta firmeza ocorreu no ano passado, quando um operador foi sancionado por permitir que um jogador autoexcluído realizasse apostas. O Tribunal de Recurso manteve a sanção, observando que a responsabilidade tecnológica é tão importante quanto a responsabilidade legal.
RESPONSABILIDADE 2025
Um dos pilares fundamentais da indústria em Portugal é o combate ao jogo ilegal. Este ano, o SRIJ reforçou sua colaboração com os fornecedores de internet para bloquear plataformas não licenciadas e iniciou ações judiciais contra empresas que operavam fora do marco regulador. As multas, em casos graves, podem ultrapassar os €100.000.
Durante o primeiro trimestre, mais de 180 operadores ilegais foram alvo de intervenção através de bloqueios, notificações formais e remoção de conteúdo. Entre as ações mais visíveis esteve a remoção de mais de 100 vídeos do YouTube que promoviam apostas sem licença.
Para reforçar a sua capacidade de resposta, o SRIJ aprimorou os seus sistemas de vigilância automatizados. Essas ferramentas permitem a monitorização em tempo real de promoções não autorizadas nas redes sociais e plataformas digitais. Segundo a Lexology, esta medida foi fundamental para detectar campanhas direcionadas a menores, a utilização de criptomoedas não reguladas e a ausência de mecanismos obrigatórios de autoexclusão.
O sistema português foi reconhecido pela European Gaming and Betting Association (EGBA) como um dos mais sólidos do continente. Elementos como o modelo nacional de autoexclusão, as restrições à publicidade e a transparência nas taxas de retorno já são referências em países como Alemanha, Finlândia e Bélgica. Eventos como o SBC Summit posicionaram Lisboa como um ponto de encontro para reguladores europeus.
Ao mesmo tempo, startups locais estão atraindo investimento estrangeiro do Reino Unido, Países Baixos e Canadá. Essas empresas buscam não apenas inovação, mas também reproduzir o modelo ético de Lisboa em seus próprios mercados. Assim, Portugal se consolida não pelo tamanho de sua indústria, mas por sua capacidade de exportar um marco regulador moderno, replicável e focado no bem-estar digital.
LICITAÇÕES
Este ano, Portugal enfrenta uma reformulação fundamental em seu modelo de casinos físicos. Com o término das concessões históricas no Algarve, Póvoa de Varzim e Espinho, o país lançou um processo de licitação pública com o objetivo de modernizar o setor com critérios de transparência, responsabilidade social e inovação. Essa mudança é vista como uma oportunidade para fortalecer a indústria e alinhá-la aos valores éticos e tecnológicos do século XXI.
Essas novas licitações exigem que os operadores não apenas demonstrem solvência financeira, mas também apresentem melhorias culturais, sustentabilidade, digitalização e compromisso com o bem-estar do jogador.
O modelo de “zona única”, que considera um casino por região, mantém-se em vigor, garantindo equilíbrio do mercado e segurança de emprego. Operadores como o Estoril-Sol e o Solverde manifestaram a intenção de concorrer com projetos ambiciosos que incorporam plataformas digitais, sistemas avançados de autoexclusão e uma oferta de entretenimento renovada.
De acordo com a Associação Nacional de Advogados do Jogo, algumas empresas propuseram a integração de inteligência artificial e sistemas híbridos para combinar experiências presenciais e digitais, ampliando assim a atração do casino a novos públicos.
INOVAÇÃO ÉTICA E ECOSSISTEMA TECH
Espaços como o The Gaming Hub, promovido pela Unicorn Factory Lisboa, e o Beato Creative Hub, integram tecnologias como IA, blockchain e design gamificado para fins sociais. Em colaboração com universidades como o Instituto Superior Técnico, esses centros desenvolvem ferramentas para a detecção de jogo compulsivo, autoexclusão automatizada e plataformas auditáveis que promovem um gaming mais consciente.
Aceleradoras como a Beta i, em parceria com o SRIJ e o setor público, lançam chamadas para startups que integram ética e tecnologia na perspectiva do design. Lisboa não apenas promove inovação digital, como também procura exportar modelos de governança tecnológica capazes de transformar o jogo online em uma indústria mais justa, humana e sustentável.
Esse ecossistema também começou a gerar resultados visíveis: startups como a Mindway AI Portugal e a BetBlocker Iberia foram originadas nesse ambiente colaborativo e já participam em testes-piloto com operadores regulados. Essas soluções não se concentram apenas na prevenção do jogo patológico, mas também em garantir o rastreamento dos dados confidenciais do usuário e em oferecer ferramentas visuais que ajudem o jogador a tomar decisões mais conscientes e saudáveis. Lisboa não só inova: cuida, previne e exporta soluções éticas com impacto real.