Las cercanas regulaciones de las apuestas y juegos en línea en mercados clave como Brasil, Perú, Chile y Uruguay se encuentran en la mira de la industria. Estos cambios normativos podrían transformar el panorama económico del sector en la región, resultando en una significativa expansión de esta industria, brindando oportunidades tanto para los operadores como para la generación de ingresos a nivel nacional.
La comunidad de juegos y apuestas en línea busca aprovechar el potencial emergente en estos mercados sudamericanos. A continuación, un repaso sobre la coyuntura actual que atraviesan las economías de estos países.
BRASIL CON UNA ECONOMÍA ESTABLE
El cierre del 2023 coincidió con el primer año de mandato del presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva. Una etapa que presentó un crecimiento económico por encima de las expectativas: una inflación controlada y las cifras de desempleo no llegaron a los dos dígitos, sin embargo, también registró un déficit público en aumento.
“El 2023 fue un año para que Brasil recuperase la credibilidad y la previsibilidad, con noticias positivas en la economía. En el 2024 tendremos resultados aún más positivos para la vida de las personas”, afirmaba el mandatario en sus redes sociales.
Brasil se convirtió en la novena economía del mundo, según el ranking elaborado por el Fondo Monetario Internacional (FMI) en base al Producto Bruto Interno (PIB) de cada país. Los datos apuntaron a un crecimiento de 2.13 trillones de dólares que lo colocó por encima de Canadá y Rusia y por debajo de Italia, Francia, Gran Bretaña, India, Japón, Alemania, China y Estados Unidos.
Empezando el año, en Brasil se lanzó el proyecto denominado la “nueva política industrial”, el cual apunta a estimular el desarrollo del poder público, mediante la entrega de líneas de créditos, subsidios y la exigencia de contenido local para impulsar a las empresas nacionales.
Desde el gobierno han destacado que este plan genera beneficios directos para sectores clave como la agroindustria, el complejo industrial de salud, infraestructura con un interés especial en salud, vivienda y movilidad, transformación digital, bioeconomía, y, en un gesto hacia las fuerzas armadas, la tecnología de defensa. Este enfoque estratégico busca fortalecer diversos sectores de la economía, fomentando el desarrollo y la innovación en áreas cruciales para el crecimiento y la seguridad nacional.
PERÚ EMPIEZA A RECUPERARSE
Hasta antes de la pandemia, el país venía presentando importantes avances en materia económica, pero con su llegada salieron a relucir las fuertes diferencias que existen a lo largo del territorio. Luego de ese episodio se registró una desaceleración de la economía, en medio de lenta, incluso con el agitado clima político que siempre encontró en la vereda de enfrente.
A inicios de febrero, las autoridades peruanas aseguraron que la economía ha entrado en un proceso de recuperación a partir del crecimiento de algunos sectores que impulsan el aparato productivo del país.
“Por ejemplo, el de la producción de electricidad que están teniendo un cambio positivo de dimensiones significativas. Estos indicadores son buenos y sirven para que nos adelantemos, nos dicen hacia dónde podría ir el PBI”, sostuvo el entonces ministro de Economía y Finanzas (MEF), Alex Contreras.
Sobre la inflación, el país “prácticamente” ha retornado al rango meta del Banco Central de Reserva en enero de este año, el cual oscila entre el 1% y el 3%. Según sostuvo el titular del MEF, estas cifras favorables son sumamente positivas, ya que proporcionan un impulso al consumo.
En ese sentido, explicó que, a corto plazo, tanto la política monetaria como la política fiscal, coordinadas de manera efectiva, influyen directamente en la tasa inflacionaria. Este equilibrio estratégico entre ambas políticas puede tener un impacto significativo en el comportamiento económico, promoviendo la estabilidad y el crecimiento.
“La idea es que esto se pueda consolidar en los siguientes meses y hay elementos para pensar que esto se va a dar”, afirmó. Por último, a nivel local, el Perú también ha destacado por el crecimiento de la inversión pública al presentar en enero un 137%. “En el caso de los gobiernos locales cuya inversión había caído en la mayor parte del año, felizmente ha revertido esa tendencia y ha mostrado un crecimiento notable en enero de 2024”, afirmó.
UN MEJOR AÑO PARA CHILE
Chile no tuvo un buen cierre de año, al presentar una caída de 1% interanual en diciembre y un PBI anual con un descenso del 0.2%. El Banco Central del país explicó que estas cifras se atribuyen principalmente a la disminución del 3.2% en la producción de bienes y del 3.8% en el sector comercial.
Las autoridades sin embargo mostraron un gran de optimismo para lo que se viene este año. “Tenemos que prepararnos para un 2024 en que la economía irá ganando robustez, y al mismo tiempo, mantendremos la inflación bajo control”, sostuvo Mario Marcel, ministro de Hacienda. Chile continúa recuperándose de una desaceleración que se presenta desde el 2022, que tuvo como precedente un aumento de cerca del 12% de su PBI un año antes. Ahora con una inflación de 3.9%, la meta ahora es que este 2024, se dé un impulso a su economía.
Una de las medidas para lograrlo ha sido rebajar la tasa de interés en 100 puntos base, la cual pasó de 8.25% a 7.25%. A través de un comunicado, el Consejo del Banco Central de Chile informó que esta decisión tomó referencia que la actividad económica local ha evolucionado en línea con el Informe de Política Monetaria (IPoM) de diciembre.
Desde mediados del 2023, las autoridades chilenas han reducido las tasas de interés, mientras que la inflación se acerque a la meta del 3% y la actividad interna continúe recuperándose paulatinamente.
Sobre esto último, la Encuesta de Expectativas Económicas (EEE) y la Encuesta de Operadores Financieros (EOF) apuntan también a lograr una inflación a dos años en torno al 3%. De esta manera, según el Consejo, a medida que la tasa de interés llegue a su nivel neutral en el segundo semestre del año, la meta inflacionaria podría presentarse antes del tiempo previsto.
RUMBO POSTIVO EN URUGUAY
Al cierre del 2023, la economía uruguaya terminó siendo afectada por la caída de precios de los productos agroindustriales que exporta y por la crisis argentina. Su crecimiento, por debajo del 1%, termina siendo muy por debajo de la que estaba acostumbrada el país.
Para el 2024, se estima que el impacto de la peor sequía en siete décadas, pueda revertirse. Algunos de los escenarios que impulsarán la economía en el país será la temporada turística de verano y la producción de la planta de celulosa de UPM, construida en el centro de Uruguay.
Respecto a la inflación, los precios presentarán un incremento de 6.05%, relativamente menor a la proyección de diciembre de la Encuesta de Expectativas de Inflación. Mientras que, al término del 2025, se estimó que la inflación será del 6%, al igual que la previsión que habían realizado en diciembre.
El Banco Central de Uruguay (BCU) tiene como meta que la inflación se ubique entre el 3% y el 6%. Sobre las expectativas económicas, el estudio del BCU arrojó que se espera que el Producto Interno Bruto (PIB) crezca un 3.2%, y de cara al 2025 la expansión sea del 2.5%, claros indicadores de que la economía del país nuevamente empezó a tomar un rumbo positivo.
Economia dos próximos países regulados
Em 2024, o foco está em vários mercados com perspectivas iminentes de regulamentação para apostas e jogos online. Como estão as perspectivas econômicas nestes países?
As próximas regulamentações de apostas e jogos online em mercados importantes como Brasil, Peru, Chile e Uruguai estão na mira da indústria. Estas alterações na regulamentação poderão transformar o panorama econômico do setor na região, resultando numa expansão significativa desta indústria, proporcionando oportunidades tanto para os operadores como para a geração de renda a nível nacional.
A comunidade de jogos e apostas online procura aproveitar o potencial emergente destes mercados sul-americanos. Abaixo está uma análise da situação atual que as economias desses países atravessam.
BRASIL COM ECONOMIA ESTÁVEL
O encerramento de 2023 coincidiu com o primeiro ano de mandato do atual presidente do Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva. Uma fase que apresentou um crescimento econômico acima das expectativas: os números controlados da inflação e do desemprego não atingiram os dois dígitos, mas registrou um déficit público crescente.
“2023 foi um ano para o Brasil recuperar credibilidade e previsibilidade, com notícias positivas na economia. Em 2024 teremos resultados ainda mais positivos para a vida das pessoas”, afirmou o presidente em suas redes sociais.
O Brasil se tornou a nona economia do mundo, segundo ranking elaborado pelo Fundo Monetário Internacional (FMI) com base no Produto Interno Bruto (PIB) de cada país. Os dados apontavam para um crescimento de US$2,13 bilhões que o colocava acima do Canadá e da Rússia e abaixo de Itália, França, Grã-Bretanha, Índia, Japão, Alemanha, China e Estados Unidos.
No início do ano foi lançado no Brasil o projeto denominado “Nova indústria Brasil”, que visa estimular o desenvolvimento do poder público, por meio da entrega de linhas de crédito, subsídios e exigência de conteúdo local para impulsionar as empresas nacionais.
O governo destacou que este plano gera benefícios diretos para setores-chave como o agronegócio, o complexo industrial da saúde, as infraestruturas com especial interesse na saúde, habitação e mobilidade, a transformação digital, a bioeconomia e, num gesto em direção às forças armadas, a tecnologia de defesa. Esta abordagem estratégica procura fortalecer vários setores da economia, promovendo o desenvolvimento e a inovação em áreas cruciais para o crescimento e a segurança nacional.
PERU COMEÇA A SE RECUPERAR
Até antes da pandemia, o país vinha realizando importantes progressos econômicos, mas com a sua chegada vieram à tona as fortes diferenças que existem em todo o território. Após esse episódio, registrou-se um abrandamento da economia, algo lento, mesmo com o clima político agitado que sempre se encontrou do lado oposto.
No início de Fevereiro, as autoridades peruanas garantiram que a economia entrou num processo de recuperação baseado no crescimento de alguns setores que impulsionam o aparelho produtivo do país. “Por exemplo, a produção de eletricidade está passando por uma mudança positiva significativa. Estes indicadores são bons e nos ajudam a avançar, nos dizem para onde pode ir o PIB”, afirmou o Ministro da Economia e Finanças (MEF), Alex Contreras.
Em relação à inflação, o país voltou “praticamente” à meta do Banco Central em Janeiro deste ano, que varia entre 1% e 3%. Segundo o responsável do MEF, estes números favoráveis são extremamente positivos, pois impulsionam o consumo.
Nesse sentido, explicou que, no curto prazo, tanto a política monetária como a política fiscal, efetivamente coordenadas, influenciam diretamente a taxa de inflação. Este equilíbrio estratégico entre ambas as políticas pode ter um impacto significativo no comportamento econômico, promovendo a estabilidade e o crescimento. “A ideia é que isso se consolide nos próximos meses e há elementos para pensar que isso vai acontecer”, afirmou.
Finalmente, a nível local, o Peru também se destacou pelo crescimento do investimento público, atingindo 137% em Janeiro. “No caso dos governos locais cujo investimento caiu durante a maior parte do ano, inverteram felizmente essa tendência e apresentaram um crescimento notável em Janeiro de 2024”, afirmou.
UM ANO MELHOR PARA O CHILE
O Chile não teve um bom fechamento no ano, apresentando em Dezembro uma queda anual de 1% e um PIB anual com uma diminuição de 0,2%. O Banco Central do país explicou que estes números são atribuídos principalmente à diminuição de 3,2% na produção de bens e de 3,8% no setor comercial.
As autoridades, no entanto, mostraram grande otimismo relativamente ao que está para vir este ano. “Temos que nos preparar para 2024, ano em que a economia ganhará força e, ao mesmo tempo, manteremos a inflação sob controle”, disse Mario Marcel, Ministro das Finanças.
O Chile continua a se recuperar de uma desaceleração ocorrida desde 2022, que teve como precedente um aumento de quase 12% no seu PIB um ano antes. Agora com uma inflação de 3,9%, o objetivo é dar um impulso à sua economia em 2024.
Uma das medidas para se alcançar foi baixar a taxa de juros em 100 pontos base, que passou de 8,25% para 7,25%. Através de comunicado, o Conselho do Banco Central do Chile informou que esta decisão levou em consideração que a atividade econômica local evoluiu em linha com o Relatório de Política Monetária (IPoM) de dezembro.
Desde meados de 2023, as autoridades chilenas reduziram as taxas de juros, enquanto a inflação se aproxima da meta de 3% e a atividade interna continua a recuperar gradualmente.
Relativamente a este último, a Enquete de Expectativas Econômicas (EEE) e a Enquete aos Operadores Financeiros (EOF) também visam atingir uma inflação bienal na ordem dos 3%. Desta forma, segundo o Conselho, à medida que a taxa de juros atingir o seu nível neutro no segundo semestre do ano, a meta de inflação poderá ser apresentada antes do prazo previsto.
RUMO POSTIVO NO URUGUAI
No final de 2023, a economia Uruguaia acabou sendo afetada pela queda dos preços dos produtos agroindustriais que exporta e pela crise Argentina. Seu crescimento, abaixo de 1%, acaba ficando bem abaixo do que o país estava acostumado.
Até 2024, estima-se que o impacto da pior seca em sete décadas poderá ser revertido. Alguns dos cenários que impulsionarão a economia do país serão a temporada turística de verão e a produção da fábrica de celulose UPM, construída no centro do Uruguai.
Em relação à inflação, os preços apresentarão aumento de 6,05%, relativamente inferior à projeção de dezembro da Pesquisa de Expectativas de Inflação. Enquanto que, no final de 2025, estimou-se que a inflação será de 6%, igual à previsão que haviam feito em dezembro. O Banco Central do Uruguai (BCU) tem como meta que a inflação fique entre 3% e 6%.
Relativamente às expectativas econômicas, o estudo do BCU mostrou que o Produto Interno Bruto (PIB) deverá crescer 3,2%, e até 2025 a expansão será de 2,5%, indicadores claros de que a economia do país voltou a tomar um rumo positivo.