El Gobierno de Nueva Gales del Sur (NSW) ha dado un paso significativo en su lucha contra los daños del juego al anunciar la prohibición total de la publicidad de apuestas en el transporte público.
La nueva regulación impedirá que cualquier tipo de anuncio relacionado con apuestas aparezca en:
- Autobuses, tranvías y trenes de la red estatal.
- Estaciones de tren y terminales de ferry.
- Pantallas digitales y vallas publicitarias en infraestructuras de transporte.
La medida busca reducir la normalización del juego entre los ciudadanos, especialmente entre menores de edad y personas en situación de riesgo.
Un cambio radical en la publicidad de transporte
Transport for NSW, la entidad responsable del transporte en el estado, administra una de las carteras publicitarias más grandes de Australia, con anuncios en más de:
- 798 paneles en estaciones de tren en Sídney.
- 3,700 autobuses urbanos.
- 49 vallas digitales en carreteras.
- 76 tranvías y trenes.
El gobierno ha confirmado que los operadores privados que gestionan espacios publicitarios también deberán alinearse con la nueva normativa, evitando cualquier promoción de apuestas en sus plataformas.
La implementación de la prohibición será progresiva y se completará en los próximos 12 meses.
El gobierno responde a la creciente preocupación social
La Ministra de Transporte de NSW, Jo Haylen, defendió la prohibición afirmando que los anuncios de apuestas en el transporte público eran una de las principales preocupaciones de los padres:
«Por años, la publicidad de apuestas ha sido omnipresente en nuestro transporte público. Es hora de ponerle fin. No queremos que los niños crezcan rodeados de estos mensajes».
Por su parte, el Ministro de Juego y Apuestas de NSW, David Harris, destacó que esta acción es clave dentro de una estrategia más amplia para reducir los impactos negativos del juego en la comunidad:
«Eliminar la publicidad de apuestas en el transporte es una parte crucial de nuestras reformas. Queremos proteger a las personas vulnerables y limitar la exposición innecesaria al juego».
Otras medidas recientes contra el juego en NSW
La eliminación de los anuncios de apuestas en el transporte público no es un hecho aislado. En los últimos meses, el gobierno de NSW ha adoptado medidas cada vez más estrictas contra la industria del juego.
Algunas de las más destacadas incluyen:
- Inversión de 100 millones de dólares australianos (AUD) en programas de prevención del juego problemático (septiembre 2023).
- Prohibición de carteles de apuestas en pubs y clubes, vigente desde el 1 de septiembre de 2024.
- Planes para aumentar la regulación de la publicidad digital relacionada con apuestas.
Estas iniciativas reflejan un cambio en la postura del gobierno, priorizando la protección de los ciudadanos sobre los beneficios económicos de la industria del juego.
¿Qué impacto tendrá esta prohibición?
La decisión de vetar la publicidad de apuestas en el transporte público marca un precedente en la regulación del juego en Australia.
- Menos exposición para los jóvenes: Al eliminar estos anuncios de espacios de alto tráfico, se espera que la normalización del juego entre los menores disminuya.
- Mayor presión sobre la industria del juego: Las restricciones publicitarias pueden obligar a las empresas de apuestas a replantear sus estrategias de marketing.
- Posible expansión de la regulación: Esta prohibición podría extenderse a otros ámbitos, como eventos deportivos y publicidad digital en espacios públicos.
A medida que se implementa la medida, será clave observar cómo responde la industria y si el gobierno introduce nuevas restricciones en otras áreas.
Un cambio de rumbo en la regulación del juego
Con esta prohibición, Nueva Gales del Sur da un paso firme en la lucha contra los impactos negativos del juego en la sociedad. Al retirar la publicidad de apuestas del transporte público, el gobierno busca reducir la influencia de la industria en la vida cotidiana de los ciudadanos y frenar su impacto en las poblaciones más vulnerables.
Esta es solo una de las muchas iniciativas recientes que muestran un giro en la regulación del juego en Australia. ¿Seguirán otros estados el mismo camino?