El último viernes entró en vigor una medida clave para promover la seguridad en el ámbito del juego en España: la prohibición del uso de tarjetas de crédito para ciertos perfiles de jugadores, como los denominados intensivos, de riesgo y los más jóvenes.
Esta normativa, establecida en el Real Decreto 176/2023 del 14 de marzo y que ha tenido ciertas modificaciones, busca minimizar los riesgos asociados al juego, especialmente aquellos relacionados con el endeudamiento.
En el documento se denomina jugadores intensivos a quienes han perdido 600 euros semanales durante 3 semanas consecutivas. La cantidad se reduce a 200 euros en el caso de los jugadores jóvenes. Con el cambio de normativa, los operadores de juego deberán establecer mecanismos y protocolos para detectar patrones de riesgo en las conductas de estos jugadores intensivos.
Los jugadores con comportamientos de riesgo se identificarán según criterios de los operadores durante los próximos 2 años, para lo cual deberán implementar sistemas de reconocimiento eficaces y manejar dichos comportamientos en usuarios registrados.
Además de prohibir el uso de tarjetas de crédito, la modificación exige métodos de pago nominativos para jugadores en riesgo con el objetivo de evitar que, quien ya agotó sus recursos, utilice medios de pago de terceras personas (familias, amigos, tarjetas de empresa) para continuar jugando y les genere una deuda desconocida.
Además, antes de iniciar una sesión de juego, el usuario tendrá que establecer un límite de tiempo y dinero. Los operadores deberán enviar mensajes instantáneos de lectura obligatoria cada 60 minutos, con información sobre el dinero apostado o las cantidades perdidas.
También se regula el abono de premios. Mediante esta modificación, cuando el participante obtenga un premio superior a los 5 000 euros, se deberá enviar un mensaje al jugador para ofrecerle la posibilidad de solicitar la transferencia del importe a través de alguno de los medios de pago que el operador hubiera establecido.
