El sector del juego en Filipinas cerró el tercer trimestre de 2025 con cifras que revelan más de lo que aparentan. Los 94.500 millones de pesos filipinos (1.600 millones de dólares) en ingresos brutos se mantuvieron prácticamente iguales respecto al año anterior, pero esta estabilidad superficial esconde movimientos profundos que están redefiniendo la industria.
Mientras los juegos electrónicos parecían consolidarse como el motor de crecimiento del sector, una intervención regulatoria del banco central cortó abruptamente su impulso. Simultáneamente, los casinos físicos prolongaron una caída que se extiende por varios trimestres, afectados por factores que van desde prohibiciones específicas hasta la contracción del turismo asiático.
El freno abrupto a los juegos electrónicos en Filipinas
Los eGames habían sido la estrella indiscutible del mercado de Filipinas durante los últimos años. En el tercer trimestre alcanzaron ingresos de 42.000 millones de pesos filipinos (712 millones de dólares), representando un crecimiento del 17,4% interanual que los posicionaba como el segmento más dinámico de la industria.
Sin embargo, esta cifra trimestral oculta una historia de dos actos claramente diferenciados. Julio fue un mes excepcional que impulsó las cifras agregadas del período. Pero agosto y septiembre contaron una historia completamente diferente, con caídas pronunciadas que borraron gran parte del impulso acumulado.
La causa de este giro fue una medida del banco central filipino que ordenó a las billeteras electrónicas desvincularse de las plataformas de juegos online. Esta decisión, implementada en pleno trimestre, alteró radicalmente los canales de pago que los usuarios habían adoptado masivamente para sus apuestas digitales.
La justificación oficial de la medida restrictiva
Alejandro Tengco, presidente y director ejecutivo de PAGCOR, el regulador estatal del juego, defendió la intervención pese a su impacto económico inmediato. Su argumento se centra en que la industria debe adaptarse a salvaguardias consideradas necesarias para su sostenibilidad a largo plazo.
«La desvinculación de las billeteras electrónicas provocó una disminución a corto plazo de la actividad hacia finales del trimestre», reconoció Tengco sin evasivas. «Sin embargo, estas medidas son vitales para proteger a los jugadores y garantizar transacciones seguras y transparentes», agregó el funcionario.
El regulador enmarca la decisión dentro de una estrategia de protección al consumidor y prevención de actividades financieras irregulares. Las billeteras electrónicas, según esta visión, facilitaban el acceso al juego de manera que dificultaba controles sobre menores, personas autoexcluidas o transacciones sospechosas.
Los casinos físicos profundizan su retroceso
Mientras los juegos electrónicos enfrentaban su freno regulatorio, los casinos tradicionales continuaron la tendencia descendente que los caracteriza desde hace varios trimestres. Los ingresos brutos del segmento cayeron 10,2% hasta 45.600 millones de pesos filipinos (773 millones de dólares).
Pese a esta caída, los casinos físicos todavía representan el 48,2% de los ingresos totales de la industria del juego filipino, manteniéndose como el segmento individual más grande. Sin embargo, su participación ha venido disminuyendo trimestre a trimestre, cediendo terreno a los formatos digitales.
Este declive no responde a una sola causa sino a una confluencia de factores adversos. La prohibición de los operadores de juegos online offshore (POGOs) afectó particularmente el segmento VIP, que dependía significativamente de clientes vinculados a esas operaciones. Adicionalmente, el turismo desde los mercados emisores clave mostró debilidad persistente.
La contracción del turismo asiático
Filipinas depende fuertemente del turismo proveniente de Corea del Sur y China, mercados que históricamente aportan visitantes con alta propensión al juego en casinos. Sin embargo, 2025 ha mostrado una recuperación del turismo asiático más lenta de lo esperado tras la pandemia.
Desde Corea del Sur, tradicionalmente el mayor mercado emisor de turistas jugadores para Filipinas, los flujos se mantienen por debajo de los niveles prepandémicos. Factores económicos internos en Corea, cambios en preferencias de viaje y mayor competencia de destinos alternativos explican parcialmente esta situación.
China, el otro pilar del turismo de juego filipino, presenta desafíos adicionales. Restricciones de salida de capitales, políticas más estrictas sobre viajes al exterior y la propia prohibición de los POGOs han enfriado el interés chino por Filipinas como destino de entretenimiento y juego.
Perspectivas para el cierre del año
El cuarto trimestre de 2025 será crucial para determinar si el sector logra retomar crecimiento o si el estancamiento se prolonga hasta 2026. Los operadores de eGames enfrentarán su primer trimestre completo operando bajo las nuevas restricciones de pago, lo que permitirá evaluar si la caída de agosto-septiembre fue temporal o estructural.
Los casinos físicos, por su parte, depositarán esperanzas en la temporada de fiestas de fin de año, históricamente fuerte para el sector. Sin embargo, la persistente debilidad del turismo asiático sugiere que será difícil compensar la caída acumulada del año.
PAGCOR ha señalado que monitoreará de cerca la evolución del mercado y podría ajustar regulaciones si considera que las restricciones actuales generan efectos no deseados más allá de los esperados. Esta flexibilidad regulatoria podría ser determinante para la salud del sector en los próximos meses.












