A medida que la industria global del juego se encamina a superar los $876 mil millones para 2026, un desafío ético emerge: el uso de inteligencia artificial (IA) en apuestas y casinos. Aunque esta tecnología podría revolucionar el sector, expertos advierten que, sin regulación, podría dañar a usuarios vulnerables y socavar la confianza del público.
Expertos advierten sobre inteligencia artificial en apuestas
Investigadores como Nasim Binesh, de la Universidad de Florida, destacan que los sistemas de IA, diseñados para maximizar ganancias, tienen un lado oscuro: podrían identificar patrones de comportamiento en jugadores propensos a la adicción y manipularlos con promociones personalizadas. Por ejemplo, algoritmos podrían enviar ofertas de bonos justo cuando un usuario muestra señales de pérdida de control.
Actualmente, no existen normas específicas que eviten estos abusos, ni en Estados Unidos ni en la mayoría de los países, a pesar de iniciativas generales como la Ley de IA de la Unión Europea.
También puede ayudar a prevenir problemas del juego
Pero no todo es negativo. La inteligencia artificial también podría convertirse en un aliado clave para la seguridad. Plataformas equipadas con esta tecnología podrían detectar señales tempranas de adicción, como apuestas recurrentes a altas horas de la noche, o identificar fraudes en tiempo real.
Algunas empresas ya usan sistemas para alertar a usuarios que gastan más de lo habitual, pero estos esfuerzos son dispersos y carecen de estándares globales.
Crean pautas éticas para el uso de inteligencia artificial en apuestas
En marzo de 2024, la Asociación Internacional de Normas de Juego (IGSA) anunció un proyecto para crear pautas éticas en el uso de inteligencia artificial, un primer paso crucial. Entre las propuestas destacan:
- Auditorías externas para evaluar si los algoritmos respetan principios éticos.
- Capacitación obligatoria para desarrolladores, enfocada en proteger a grupos de riesgo.
- Transparencia total en cómo la IA toma decisiones (ejemplo: ¿por qué sugiere ciertas apuestas?).
- Protección explícita de datos personales de los jugadores.
Falta de regulación en IA podría frenar la innovación
Paradójicamente, la falta de reglas claras podría estancar el progreso. Binesh señala que, si surgen escándalos por malas prácticas, los gobiernos impondrían restricciones extremas que ahuyentarían a empresas serias.
“Sin normas, incluso las soluciones éticas de inteligencia artificial se subutilizan, y se pierde la oportunidad de prevenir daños”, afirma. Además, la desconfianza del público podría frenar la adopción de tecnologías beneficiosas, como chatbots que guíen a usuarios hacia ayuda profesional.
IA podría detectar riesgo de adicción en redes sociales
El próximo paso en la investigación, según Binesh, es analizar redes sociales y hábitos digitales para identificar riesgos de adicción antes de que escalen. Imagina un sistema que detecte frases como “estoy en deuda” en publicaciones de un usuario y active alertas para ofrecer apoyo. Sin embargo, esto requiere colaboración entre gobiernos, empresas y expertos en ética.
El futuro del juego depende de una IA responsable
La industria enfrenta una disyuntiva: aprovechar la IA para crecer de manera responsable o permitir que su uso irreflexivo dañe a millones. Ciudades como Las Vegas, donde el juego impulsa el turismo y la economía, podrían ser las primeras en sufrir las consecuencias si no se actúa. La meta no es prohibir la tecnología, sino crear un ecosistema donde innovación y protección vayan de la mano.