Las operadoras de apuestas en Brasil, representadas por cinco entidades claves del sector, emitieron una “carta abierta a la nación brasileña” para responder a las recientes críticas, las cuales señalan que el crecimiento de las apuestas está incrementando el endeudamiento de la población y reduciendo el consumo
Las entidades sostienen que el país atraviesa un «momento histórico» con la regulación de la industria de apuestas, y consideran que las preocupaciones sobre los impactos negativos son, en muchos casos, apresuradas.
En la carta, las operadoras refutan un estudio de PwC Brasil que indica que las personas con menores ingresos dedican el 1,38 % de su presupuesto familiar a las apuestas. También responden a un informe de economistas del Itaú que calcula pérdidas de 23,9 mil millones de reales en apuestas durante un año. Además, mencionan un informe del Santander que relaciona el aumento de las apuestas con una caída en las ventas al por menor.
Las empresas de apuestas destacan su compromiso con la protección de los consumidores, la transparencia y el combate a prácticas nocivas. Aseguran que la mayoría de los consumidores de apuestas provienen de las clases medias (B y C), y no de los estratos sociales de ingresos más bajos. Utilizan datos del IBGE para demostrar que el consumo familiar ha aumentado, contradiciendo la idea de que los brasileños están dejando de consumir para apostar.
Finalmente, las operadoras expresan su certeza de que, a partir del 1 de enero de 2025, con la entrada en vigor del mercado regulado, Brasil tendrá un ambiente seguro para las apuestas, con reglas claras y medidas punitivas para quienes no respeten el enfoque principal de las operaciones: el consumidor.
Los firmantes incluyen a la Asociación Nacional de Juegos y Loterías (ANJL), AiGaming, la Sociedad Brasileña para la Defensa de la Integridad del Deporte (Abradie), la Asociación de Defensa de la Integridad, Derechos y Deberes en los Juegos y Apuestas (Adeja) y el Instituto Brasileño del Juego Legal (IJL).