El sector de juegos de azar en línea de Francia se encuentra en un momento de incertidumbre política, a la espera del nombramiento de un nuevo primer ministro tras la renuncia de Michel Barnier.
La dimisión de Barnier, quien perdió una moción de confianza respaldada por partidos de extrema izquierda y derecha, marca la primera crisis de este tipo desde 1962 y deja a las industrias expectantes sobre el próximo paso del presidente Emmanuel Macron para estabilizar el gobierno.
Francia: Impacto en el presupuesto y la regulación de casinos en línea
Uno de los puntos críticos es el rechazo del presupuesto 2025, lo que podría obligar a aprobar una ley especial para aplicar el presupuesto de 2024.
Esto daría un respiro temporal a operadores de apuestas deportivas y póquer en línea, quienes evitarían los aumentos de impuestos previstos en el presupuesto de Barnier.
Sin embargo, el sector también busca aprovechar esta transición para presionar por la regulación de los casinos en línea, que podrían aportar 1.000 millones de euros en ingresos fiscales, necesarios para abordar la creciente deuda pública del país.
La urgencia de estabilidad política
Macron intenta evitar otro período de vacío gubernamental, como ocurrió durante tres meses de 2023 tras las elecciones legislativas anticipadas.
Aunque se espera que las comisiones de trabajo sobre la regulación del iGaming continúen, la inestabilidad política podría retrasar avances significativos, especialmente si un gobierno de izquierda asume el poder, ya que este escenario se percibe como desfavorable para el sector.
Perspectivas a corto plazo
Mientras las empresas del país, incluyendo los operadores de juegos de azar en línea, observan con nerviosismo la evolución política, la incertidumbre podría persistir al menos hasta el verano de 2024, cuando podrían convocarse nuevas elecciones.
Este clima político será crucial para definir el futuro del sector y su contribución a las finanzas públicas de Francia.